Contamos con un viñedo en propiedad situado a media montaña a unos 600m aprox de altitud. En su mayor parte se asienta sobre laderas suaves, con suelos arcilloso graniticos bien drenados y fértiles con abonos de oveja procedentes de nuestra finca. Estos suelos aportan mayor complejidad a nuestras uvas.
El viñedo es el alma de nuestros vinos. El delicado trabajo diario, la atención a sus necesidades, su exquisito cuidado, suponen la mejor garantía en la expresión de nuestra uva y de nuestros vinos.
Tener buena uva es el único método para obtener grandes vinos. Por eso el trabajo en el campo es vital y lo realizamos nosotros directamente de manera artesanal.
Cuidamos con “mimo” todas y cada una de nuestras parcelas; de la manera más natural y respetuosa posible con el entorno. Así nuestras uvas, son capaces de expresarse por sí mismas y tienen una personalidad que refleja las singularidades del entorno en el que crecen.